Este proyecto se enmarcó dentro de la línea de investigación conocida como Inteligencia Ambiental (IAm). La IAm nace como una extensión o mejora del concepto de computación ubicua, en la que el centro son las personas y cómo logar que la tecnología ubicua se adapte a ellas. Para ello, se unen ramas tecnológicas como la inteligencia artificial, interfaces de usuario, comunicaciones o electrónica, con el fin de alcanzar una adaptación tecnológica de los entornos habitables, que facilite las tareas diarias y haga la vida más confortable a sus habitantes.
Los trabajos realizados en este proyecto partieron de resultados previos que el Grupo Integrado de Ingeniería había obtenido en el ámbito de la Inteligencia Ambiental. Estos trabajos dieron forma a la definición de la Tecnología HI3 (Humanizada, Interactiva, Inteligente e Integrada) para la gestión inteligente de entornos sociales basados en tecnologías no propietarias. En esta definición, el término social se refiere a todos aquellos ámbitos e instalaciones donde las personas, principales beneficiarios de estas tecnologías, desenvuelven sus tareas cotidianas, el trabajo, relaciones sociales, deporte, o incluso su tiempo libre.
El proyecto perseguía la extensión y adecuación de la Tecnología HI3 mediante la ampliación de su definición, y la adición de nuevos módulos y funcionalidades para su aplicación a entornos como las residencias de la tercera edad.
El objetivo último fue la mejora de la calidad de vida de las personas que allí residen. Para ello se abordaron diversas funcionalidades encaminadas a la asistencia del personal de las instalaciones en el cuidado de los internos y la gestión de la instalación. Entre ellas cabe destacar la localización y seguimiento no intrusivo de residentes, la detección de incidentes, el registro electrónico de incidencias, la interacción a través de interfaces naturales, la asistencia predictiva, o la monitorización remota de la salud.